Consejos de lactancia materna
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Dar la bienvenida a dos o más bebés al mismo tiempo es una alegría, pero también puede suponer un reto, especialmente en lo que respecta a la lactancia. Sin embargo, con la ayuda adecuada, dar el pecho a gemelos es posible; sigue leyendo para saber cómo hacerlo.
Hay muchas cosas que se deben tener en cuenta cuando se espera más de un bebé y, seguramente, alimentarlos está en los primeros puestos de tu lista. La logística que supone dar el pecho a gemelos, o a más de dos bebés, puede ser abrumadora. Pero no tengas miedo, se puede hacer y los resultados serán el doble de gratificantes.
Como cualquier otra madre lactante, debes conocer los conceptos básicos, como la oferta y demanda, y conseguir una posición y agarre correctos.
Pero dar el pecho a más de un bebé implica unos retos extra, como el tema del tiempo (¡o la falta de él!), mantener tus niveles de energía y encontrar el mejor patrón de alimentación. Aceptar ayuda puede facilitar estas tareas.
Tener todo listo antes del nacimiento es fundamental. Aunque hayas dado el pecho con anterioridad, solicita la ayuda de expertos para la alimentación de gemelos.
Existen clases prenatales específicas y especialistas o consultoras de lactancia que pueden enseñarte los aspectos básicos de la lactancia con gemelos y responder a cualquiera de tus preguntas. Busca también a otras madres con más de un bebé y averigua si hay grupos de madres de gemelos, tanto locales como nacionales, ya que suelen ofrecer reuniones, publicaciones, líneas telefónicas de ayuda y otros valiosos servicios de ayuda.
«Recluta» a familiares y amigos antes de salir de cuentas para que te puedan ayudar en casa. Traspasar la responsabilidad de cocinar, limpiar o hacer la compra a otras personas te permitirá centrarte en la lactancia, algo que para Robin, cuatro hijos, Canadá, fue de gran valor: «Mi suegra se quedó con nosotros durante los primeros dos meses», señala. «¡No sé qué habría hecho sin ella!»
Controla también tus expectativas. Necesitarás tiempo para aprender a dar el pecho a gemelos, será difícil dormir y puede que, al principio, tengas que pasar la mayoría del tiempo en casa.
«Al principio es como un trabajo a tiempo completo. Tu vida se reducirá a dar el pecho, dar el pecho y volver a dar el pecho», indica Helen Turier, que, además de ser la responsable de servicios de ayuda de la Asociación de Partos Múltiples (Tamba) del Reino Unido, también es una enfermera acreditada y madre de tres hijos, incluidos gemelos. «Tu periodo de lactancia puede ser más largo, especialmente si tus bebés han estado en la unidad de cuidados intensivos».
Mantener un contacto piel con piel con tus bebés lo antes posible tras el parto es el mejor modo de iniciar la lactancia con buen pie.1 Indícalo en tu plan de parto y comunica con antelación a la persona que te acompañe durante el parto y a los profesionales sanitarios tu intención de dar el pecho, teniendo en cuenta también la posibilidad de que tus bebés sean prematuros o que necesiten pasar un tiempo con cuidados especiales.
Lo ideal sería que pudieses dar el pecho lo antes posible tras el parto, incluso si te has sometido a una cesárea. Los profesionales sanitarios deben acercarte los bebés y ayudarte con el agarre. Solicita ayuda si no consiguen agarrarse, y asegúrate de que tu acompañante se implique para que sepa cómo puede ayudarte.
«Creo que el principal motivo por el que pude dar el pecho a mis gemelos, cuando antes había tenido problemas con mi primer hijo, fue que recibí la ayuda de expertos en el hospital durante esos primeros días tan importantes», señala Zoe, tres hijos, Reino Unido.
Sí. Cuantos más bebés tengas que alimentar, más leche producirás. Los estudios demuestran que las madres lactantes de trillizos puede producir tres litros al día;2 recuerda que un bebé niño bebe, de media, unos 831 ml al día.3
Tus pechos deberían producir suficiente calostro, la primera leche rica en nutrientes, para alimentar a tus recién nacidos durante los primeros dos a cuatro días. Con posterioridad, la oferta y demanda empezará a marcar tus ritmos.
Mantén un enfoque orientado a los bebés. Da el pecho siempre que uno de los bebés muestre los primeros signos de estar hambriento, como mostrarse agitado al despertarse, sacar la lengua, girar la cabeza, arrullos, o succionar los labios o las manos, para ayudar a crear un suministro suficiente.
Se trata de un proceso de prueba y error, tanto para ti como para tus bebés. Recuerda que ellos también están aprendiendo. Puede que un bebé encuentre más fácil alimentarse, necesite tomas más frecuentes o gane peso de un modo más rápido, así que debes tratarlos de forma individual. Solicita el consejo de expertos para resolver cualquier duda que puedas tener.
«Una amiga matrona dedicó mucho tiempo a ayudarme con las posiciones y la técnica de agarre, algo que suponía un gran problema al principio para una de mis hijas», afirma Anna, dos hijas, Reino Unido. «Durante el primer mes, necesitaba tener a alguien a mi lado a la hora de dar el pecho, simplemente para acercarme a los bebés. Resulta complicado manejarse bien con dos bebés al mismo tiempo, especialmente cuando son tan pequeños».
Ten en cuenta que las primeras semanas son las más complicadas, no siempre será tan largo y agotador. Y recuerda que cualquier cantidad de leche materna que puedas dar a tus bebés les aportará enormes beneficios para la salud.
Si tienes dudas acerca de tu capacidad para dar el pecho de forma exclusiva, o si tus bebés no están desarrollándose adecuadamente solo con tu leche materna, habla acerca de tus opciones de alimentación con un profesional sanitario, especialista o consultora de lactancia, y también con tu pareja, de forma que puedas tomar las decisiones más convenientes para tu familia.
Un buen agarre y una posición cómoda son fundamentales. Una almohada de lactancia diseñada específicamente para gemelos puede ayudar a colocarlos y a eliminar la tensión en muñecas, brazos, espalda y hombros.
Aunque centres todas las energías y atención en tus bebés, no debes descuidar tu propia nutrición y bienestar.
Bethan, dos hijos, Reino Unido, recomienda lo siguiente: «Intenta dormir cuando puedas. Haz la compra por Internet y solicita que hagan la entrega cuando una amiga o tu pareja estén también en casa. Prepara una botella grande de agua y bebe cada vez que des una toma. Y pide a alguien que se ocupe de los bebés al acabar para que puedas descansar».
Si uno de los dos bebés o ambos necesitan permanecer en el hospital durante un tiempo, o si nacen de forma prematura, la alimentación directa al pecho sigue siendo posible, aunque no se podrá establecer hasta más tarde. Si alguno de los bebés no puede agarrarse, puedes extraer leche hasta que sea capaz de hacerlo. Esto ayudará a iniciar y establecer tu suministro de leche, y permitirá que tus recién nacidos reciban todos los beneficios de tu leche materna, tanto si se alimentan con una jeringa, un tubo de alimentación u otro método con la ayuda de un profesional sanitario. Tendrás que extraer leche con una frecuencia similar a las tomas de un recién nacido, es decir, cada dos o tres horas, durante al menos el primer mes.4
«Mis gemelas nacieron en la semana 30 mediante cesárea y estuvieron en la unidad de cuidados intensivos neonatales durante muchas semanas», recuerda Monika, tres hijos, Suiza. «No pudieron tomar el pecho hasta las 34 o 35 semanas. Así que, durante el primer mes, extraía leche cada día, al menos ocho veces al día. Me parecía que era lo más importante que podía hacer por ellas».
Puede que tengas un bebé lo suficientemente fuerte como para alimentarse directamente del pecho y que el otro siga necesitando leche extraída. En esta situación, las madres a menudo encuentran más sencillo extraer leche para el bebé más débil mientras dan el pecho al más fuerte.
Está demostrado que la leche materna reduce el riesgo de que surjan algunos problemas de salud graves a los que los bebés prematuros son más propensos, como la enterocolitis necrosante (ECN) y la septicemia.5 Por ese motivo, si tus bebés pueden tomar algo de tu leche materna extraída, tendrás la tranquilidad de saber que les estás proporcionando el mejor inicio posible.
Cada método tiene sus ventajas. Puedes alimentarlos individualmente mientras te vas acostumbrando a la lactancia y, con posterioridad, puedes pasar a darles el pecho a los dos en tándem (a los dos bebés al mismo tiempo) para ahorrar tiempo.
Existen varias posiciones para dar el pecho a gemelos que puedes probar, como la posición de balón de rugby (con un bebé debajo de cada brazo), la posición en paralelo (con los bebés tumbados sobre tu cuerpo en la misma dirección) o la posición tumbada (con los dos bebés tumbados sobre tu tripa). Solicita a un especialista o consultora de lactancia que te muestre cómo utilizar cada una de estas posiciones. De este modo comprobarás cuál te viene mejor, o que cada posición se adapta a diferentes situaciones.
«Lo más sencillo para mí era alimentar a mis gemelos de forma simultánea», señala Zoe, tres hijos, Reino Unido. «Hacía lo mismo por la noche. Si un bebé se despertaba para una toma, mi marido despertaba al otro».
De forma alternativa, tal vez prefieras alimentar a cada bebé a demanda o despertar al segundo para su toma cuando el primero haya acabado. O puede que quieras combinar estos métodos.
Aunque la alimentación en tándem en público puede resultar complicada, puedes comprar unas mantas especiales para sentirte menos cohibida.
«La alimentación en tándem no sirve para todos. A menudo, cuando un bebé se agarraba, el otro se soltaba», recuerda Robin, cuatro hijos, Canadá. «Acababa agotada y frustrada. Así que empecé a alimentarlos de uno en uno. Suponía más tiempo, pero era mucho mejor para mi salud mental».
A la hora de decidir qué pecho dar a cada bebé, algunas madres establecen un pecho fijo para cada gemelo. Sin embargo, es recomendable alternar si uno de los pechos produce más leche que el otro. Esto puede suponer un problema durante los primeros días, especialmente si un bebé tiene más dificultades para alimentarse. El cambio de pechos permitirá que el bebé que mejor se alimenta estimule la producción de leche para el más débil y también ayudará a establecer un suministro más uniforme en ambos pechos.
No tengas miedo de pedir a tus familiares y amigos que cuiden de ti para que tú puedas cuidar de tus bebés. «Llevarlo bien puede significar decir que no a cosas de las que no puedes ocuparte», aconseja Bethan, dos hijos, Reino Unido.
Busca apoyo profesional y emocional, independientemente de la fase del periodo de lactancia en la que te encuentres.
«Perdí la confianza en mí misma a las seis semanas», recuerda Billie, cuatro hijos, Reino Unido. «Llamé a una línea de ayuda y acudí a un grupo de madres lactantes donde me hicieron algunas sugerencias para conseguir una posición mejor. Nunca eché la vista atrás».
También es fundamental que no seas demasiado dura contigo misma si tienes algún día malo. En ocasiones, la lactancia de gemelos puede ser una responsabilidad abrumadora.
«Dar el pecho correctamente a un bebé lleva mucho más tiempo de lo que crees. La perseverancia da sus frutos», señala Olivia, cuatro hijos, Australia. «Dar el pecho a dos bebés supone un nivel totalmente nuevo de paciencia. Pero vale la pena».
1. Crenshaw JT. Healthy birth practice# 6: Keep mother and baby together – it’s best for mother, baby, and breastfeeding. J Perinat Educ. 2014;23(4):211.
2. Flidel-Rimon O, Shinwell ES. Breast feeding twins and high multiples. Arch Dis Child Fetal Neonatal Edn. 2006;91(5):F377-F380.
3. Kent JC et al. Volume and frequency of breastfeedings and fat content of breast milk throughout the day. Pediatrics. 2006;117(3):e387-395.
4. Kent JC et al. Principles for maintaining or increasing breast milk production. J Obstet Gynecol Neonatal Nurs. 2012;41(1):114-121.
5. Underwood MA. Human milk for the premature infant. Pediatr Clin North Am. 2013;60(1):189-207.
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