Consejos de lactancia materna
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¿Sabías que tus pechos producen leche en función de la demanda de tu bebé? Sigue leyendo para descubrir datos increíbles acerca de tu suministro de leche materna durante los primeros días, semanas y meses.
Tu cuerpo es capaz de producir leche materna en función de las necesidades de tu bebé en cada fase del periodo de lactancia. Comprender cómo «se activa» tu suministro de leche materna, qué le sucede a tu leche cuando das el pecho a tu bebé y por qué tu suministro se va adaptando a sus necesidades a medida que va creciendo te ayudará a empezar la lactancia con buen pie.
Tu bebé debería estar preparado para iniciar las tomas desde el mismo momento del parto. El hecho de que se enganche y succione de forma rítmica ayuda a «activar» tus células productoras de leche e iniciar el suministro de tu primera leche materna, el calostro.1 Intenta darle el pecho durante la primera hora, si fuera posible, y tan pronto como muestre interés en alimentarse, para sentar las bases de un correcto suministro de leche materna en el futuro.2
Durante esta fase de la producción de leche materna, tu cuerpo está esperando a que los niveles de la hormona del embarazo, la progesterona, desciendan (empiezan a reducirse tras expulsar la placenta), y a que las hormonas productoras de leche, como la prolactina, la insulina y la hidrocortisona, empiecen a aumentar. Las hormonas harán que inicies la producción de leche.3 Aproximadamente al tercer día después del parto, se producirá la «subida» de la leche materna y tus pechos pueden empezar a notarse más firmes y llenos.1
Durante las primeras semanas, tu cuerpo responde de forma muy rápida a la extracción de leche materna, ya que está aprendiendo cuánta leche debe producir. Tus niveles de prolactina aumentan cada vez que extraes leche de los pechos, asegurándose de que completen su desarrollo. Este proceso también permite la maduración de la composición de la leche; durante esta fase de la producción de leche materna, tu cuerpo produce leche de transición en cantidades que van en aumento.3,4
Las primeras semanas con tu bebé son fundamentales para establecer un suministro de leche materna correcto a largo plazo. Cuanto más frecuentes sean las tomas, más leche producirás, mediante un proceso de oferta y demanda. Cada vez que se extraiga leche, porque tu bebé se alimenta o mediante extracción, tus pechos producirán más leche.
Recuerda que es normal que los bebés se alimenten con mucha frecuencia, incluso cada 45 minutos. Esto no significa que no estén recibiendo suficiente leche. Las tomas frecuentes ayudarán a establecer tu suministro, así que alimenta a tu bebé a demanda en lugar de seguir un horario.
«Durante las primeras semanas es fácil creer que no produces leche suficiente porque tu recién nacido está alimentándose todo el tiempo, pero esto es natural», afirma Jo, dos hijos, Reino Unido. «Estamos condicionadas para pensar que un bebé tan pequeño solo querrá alimentarse cada varias horas, pero eso no es necesariamente así».
No olvides que los bebés también toman el pecho para estar tranquilos. Dar el pecho hace que tu bebé se sienta calmado y tranquilo mientras se va adaptando a la vida fuera del útero, además de ayudaros a los dos a establecer un vínculo.
Si sigues las indicaciones de tu bebé y le dejas amamantarse tantas veces como quiera, durante el tiempo que quiera, tu producción de leche materna se debería mantener.5
Algunas madres intentan aumentar el intervalo de tiempo entre tomas para dar a sus pechos más tiempo para producir leche, pero esta no es una buena idea, ya que, en realidad, puede ralentizar la producción de leche.2
Si no puedes dar el pecho al bebé directamente durante las primeras dos semanas, puedes extraer leche para establecer y mantener tu suministro de leche materna durante este periodo crucial y también con posterioridad.
¿Sabías que dar a tu bebé biberones extra con leche de fórmula de forma innecesaria puede reducir tu suministro de leche materna? Esto hace que tus pechos no reciban el mensaje de que deben aumentar la producción de leche materna, ya que no se está extrayendo leche. Además, si tu bebé duerme más tiempo después de tomar un biberón, puede que se pierda la siguiente toma directamente del pecho.
Esta situación recibe a veces el nombre de «trampa de compensación». Después de tres o cuatro días de tomas complementarias con leche de fórmula y una menor extracción de leche, los pechos reciben el mensaje de que se ha iniciado el destete. Como respuesta, reducen la cantidad de leche producida. Esto hace que el bebé vuelva a tener hambre, y a menudo lo que recibe es otra toma complementaria de leche de fórmula. Y así, el ciclo continúa... culminando en un suministro de leche materna reducido y un bebé que ahora se alimenta principalmente con leche de fórmula.
Después del primer mes, la prolactina que aparece después de las tomas empieza reducirse, tu leche está madura y tu cuerpo ya es muy eficiente a la hora de producir toda la leche que necesita el bebé. De hecho, tus pechos ya empiezan a funcionar en «piloto automático».4 Puede que también notes tus pechos más blandos y que dejen de tener pérdidas de leche.
En esta fase es habitual preocuparse por «perder la leche». Pero esto, en realidad, es un signo de que tu producción de leche materna se ha estabilizado y que ahora está ajustada a las necesidades del bebé. Resulta curioso constatar que, aunque tu bebé está creciendo sin parar, tomará aproximadamente la misma cantidad de leche a las seis semanas que cuando tenga seis meses. Puede que observes que se alimenta durante periodos más largos, pero con menos frecuencia. Por otra parte, puede que haya días en los que se alimente menos de lo habitual. El apetito de un bebé puede fluctuar, ¡igual que el de un adulto!
A partir de ahora, solo producirás leche de acuerdo con la oferta y la demanda. Es decir, cuanto más beba el bebé (o cuanto más extraigas), más producirás.
Pero ¿cómo funciona realmente este proceso? Se cree que esto se debe a un elemento de tu leche denominado FIL (inhibidor de la lactancia por retroalimentación), que controla la producción de leche. Cuanta más leche contiene tu pecho,2 mayor presencia de FIL, por lo que un pecho lleno producirá menos leche que uno que esté casi vacío.
Aunque es habitual que las madres se preocupen por su producción de leche materna y por cómo aumentar su suministro, cuando los bebés están sanos y crecen adecuadamente, es muy raro que surjan problemas.
«Me preocupaba que mi recién nacido no estuviese recibiendo suficiente leche materna, ya que solo se alimentaba durante periodos cortos, y de un solo pecho cada vez, aunque yo le ofreciese los dos», señala Marjorie, dos hijos, Reino Unido. «Pero al empezar a utilizar un extractor de leche, me sorprendió y tranquilizó ver la cantidad que era capaz de producir. Solo tenía que seguir alimentando a mi bebé pocas cantidades y a menudo».
Ten en cuenta que no todas las madres responden rápidamente al uso de un extractor de leche. También puedes intentar la extracción manual y notar si tus pechos también cambian de llenos a vacíos.
Si te preocupa tu producción de leche materna, lee nuestro consejo acerca de cómo saber si tienes un suministro de leche reducido o si produces demasiada leche.
1. Pang WW, Hartmann PE. Initiation of human lactation: secretory differentiation and secretory activation. J Mammary Gland Biol Neoplasia. 2007;12(4):211-221.
2. Kent JC et al. Principles for maintaining or increasing breast milk production. J Obstet Gynecol Neonatal Nurs. 2012;41(1):114-121.
3. Ostrom KM. A review of the hormone prolactin during lactation. Prog Food Nutr Sci. 1990;14(1):1-43.
4. Cox DB et al. Blood and milk prolactin and the rate of milk synthesis in women. Exp Physiol. 1996;81(6):1007-1020.
5. Kent JC et al. Volume and frequency of breastfeedings and fat content of breast milk throughout the day. Pediatrics. 2006;117(3):e387-95.
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