Consejos de lactancia materna
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Has pasado meses imaginando cómo sería el momento en que finalmente tuvieses a tu bebé. Ahora, la espera ha finalizado. Estas primeras semanas de lactancia son un momento especial para crear un vínculo con el bebé y la oportunidad perfecta para que os vayáis conociendo.
Cuando nace tu bebé, puede que sientas un amor arrollador y un fuerte deseo de protegerlo. Pero el vínculo maternofilial es una experiencia individual, así que no te preocupes si no aparece de inmediato. Necesitarás tiempo para conocer a tu recién nacido y el vínculo se irá desarrollando y reforzando al cuidar de él.
Para ambos padres, lo importante es acostumbrarse a ocuparse del recién llegado: estar cerca de él, hablarle, sujetarlo y abrazarlo. Esto hará que os sintáis más seguros como progenitores y le aportará al bebé el mejor comienzo posible en el plano emocional, físico y mental, además de ayudarle también en la lactancia.
Probablemente has oído hablar de la importancia del contacto piel con piel, que se produce cuando mantienes a tu bebé solo con el pañal contra tu pecho desnudo (con una mantita o chaqueta de punto por encima para daros calor, si fuera necesario). El contacto piel con piel inmediato, idealmente durante la primera hora tras el parto, ayuda a liberar los activadores hormonales que ayudan a que tu recién nacido encuentre tu pecho e inicie la succión en el pezón.1 Un estudio ha demostrado que los recién nacidos que pasaron más de 50 minutos en una posición piel con piel tuvieron ocho veces más probabilidades de iniciar la lactancia de forma espontánea.2
El contacto piel con piel también tiene otros beneficios para tu bebé, como regular su ritmo cardíaco y respiración, mantenerlo a la temperatura perfecta y ayudar a mantener unos niveles de azúcar en sangre saludables.3 Si no puedes estar con tu bebé justo después del parto por cualquier motivo, tu pareja debería establecer este contacto piel con piel para ofrecer al bebé estos beneficios y para hacer que se sienta seguro, querido y caliente hasta que estés lista para hacerlo tú misma.
Adaptarse a la maternidad puede ser una tarea abrumadora, pero ¿sabías que esos preciosos momentos de contacto piel con piel son relajantes tanto para ti como para tu bebé?
Durante el contacto piel con piel, liberarás un potente cóctel de hormonas relajantes, incluida la oxitocina, que a menudo también recibe el nombre de «hormona del amor». Esta hormona se libera siempre que estés cerca de tu recién nacido, o incluso cuando simplemente lo huelas o pienses en él, ayudándote a adaptarte a la maternidad de muchas formas diferentes. Mejora tus «comportamientos maternales»: cosas como las caricias, establecer contacto visual o utilizar un lenguaje cariñoso.4
También tiene propiedades antiansiedad y antidepresivas, y puede ayudar a protegerte contra la depresión posparto.5 También se cree que una liberación temprana de oxitocina prepara a tu cerebro para dar el pecho a tu bebé, además de estimular los pechos para que produzcan leche.6
Aunque probablemente pensarás que tu bebé es la cosa más bonita del mundo, los recién nacidos pueden tener un aspecto aplastado, arrugado e incluso magullado, o tener la cabeza puntiaguda, especialmente si se ha utilizado fórceps o ventosa durante el parto.
Es posible que tu bebé también tenga lo que se denomina «picaduras de cigüeña», que son unas marcas rojas que desaparecen en unos pocos meses, o que sus manos y pies tengan un color azulado. Todo esto es totalmente normal.
Durante los siguientes días, la piel se alisará, la cabeza se volverá más redonda y el vérnix, que es la sustancia blanca y cremosa que protegía la piel del bebé dentro del útero, desaparecerá. No intentes eliminar el vérnix, ya que es un hidratante natural.
Durante los primeros días, tu bebé solo necesita que le laves la cabeza, las nalgas y los genitales (a menos que haga una heces muy grandes y necesites lavarlo entero); no es necesario bañarlo.
Limpiar a tu bebé puede ser una forma fantástica de que tu pareja establezca un vínculo con él y se sienta más implicado si das el pecho de forma exclusiva. El extremo del cordón umbilical del bebé suele caerse durante las primeras dos semanas. Puede que no tenga un aspecto fantástico, pero siempre que se mantenga limpio y seco, todo irá bien.
Tu bebé es capaz de ver en blanco, negro y gris desde el nacimiento (en torno a los tres meses de edad será capaz de distinguir los colores de una forma más clara)7 y puede enfocar la vista en cosas que estén a menos de 25 cm de distancia. Esto es casi suficiente para que pueda ver tu rostro mientras le amamantas. Incluso es posible que establezca contacto visual durante unos instantes. Durante los primeros días, tu bebé tomará el pecho con mucha frecuencia, así que experimentaréis esta conexión tan íntima varias veces al día.
El oído de un bebé nacido a término está bien desarrollado. Los fetos responden a los sonidos a partir de las 19 semanas de embarazo8 y se ha demostrado que los recién nacidos prefieren la voz de su madre9 por encima de las demás, e incluso reconocen las melodías que escucharon en el útero.10
Hablar de forma suave a tu recién nacido ayuda a desarrollar una relación bidireccional, lo cual es importante para sus futuras habilidades sociales.11 Puedes hablar de cualquier cosa, desde quién está haciendo una visita hasta lo que ves a través de la ventana. En realidad, no importa, ¡los recién nacidos son un público cautivo!
«Siempre que sacaba a Iris a pasear en sus primeros días, le señalaba lo que podía ver: árboles, flores, niños jugando», cuenta Anna, un hijo, Reino Unido.
Cantar también es una forma divertida de establecer el vínculo,12 aunque no tengas una gran voz: «Cuando mi hija Leni era muy pequeña, le cantaba mientras le cambiaba el pañal», recuerda Charlotte, una hija, Reino Unido. «Ahora ya tiene 18 meses y sigo cantando las mismas canciones, normalmente antes de ir a dormir, y le encanta porque las conoce y le relajan».
El tacto es increíblemente importante para tu bebé. Los arrumacos, las caricias, el balanceo y los mimos son modos perfectos para hacer que se relaje y se sienta seguro,13 y también para hacer que fluya la oxitocina. ¿Y sabías que ya puede agarrar cosas? Prueba a tocarle las palmas de las manos o acariciarle los pies y verás lo que sucede.
«A Vivienne y a Marcus les encantaba que les frotasen los pies cuando eran recién nacidos, y aún sigo haciéndolo cuando les acuesto. Tenerlos en brazos todo el tiempo posible era un modo fantástico de establecer el vínculo», señala Rachelle, dos hijos, Australia.
Dee, una hija, Sudáfrica, descubrió que llevar a su recién nacido en un portabebés de tipo envolvente era otra manera de crear una conexión, y también tenía otros beneficios: «Me ayudó mucho a establecer la lactancia. Ahora ya tiene 17 meses y sigue disfrutando de la cercanía que aporta el estar envuelta».
El sentido del olfato de tu recién nacido también está muy desarrollado y tiene un papel fundamental a la hora de establecer el vínculo entre ambos. Tras nacer, le atraerá el olor de tus pechos. Los científicos creen que esto se debe a que las glándulas de Montgomery (los pequeños bultos de la areola, la piel de color más oscuro que rodea el pezón) secretan un aceite que tiene el aroma familiar del líquido amniótico.14
El bebé también reconocerá el olor de tu cuerpo e incluso conocerá la diferencia entre el olor de tu leche materna y la de otra madre.15 Y cuando lo acaricies y empecéis a oleros, aumentarán los niveles de oxitocina, que, como ya hemos visto, ayuda a establecer el vínculo y la lactancia.
Por último, recuerda que cada madre y cada bebé son diferentes, y que conocerse puede llevar tiempo. Si tienes alguna duda, solicita consejo y ayuda a un profesional sanitario.
1. Klaus M. Mother and infant: early emotional ties. Pediatrics. 1998;102(E1):1244-1246.
2. Gómez AP et al. Kangaroo method in delivery room for full-term babies. An Esp Pediatr. 1998;48(6):631-633.
3. Crenshaw JT. Healthy birth practice #6: Keep mother and baby together—It’s best for mother, baby, and breastfeeding. J Perinat Educ. 2014;23(4):211-217.
4. Britton JR et al. Breastfeeding, sensitivity, and attachment. Pediatrics. 2006;118(5):e1436-1443.
5. Kim S et al. Oxytocin and postpartum depression: delivering on what's known and what's not. Brain Res. 2014;1580:219-232.
6. Uvänas-Moberg K, Prime DK. Oxytocin effects in mothers and infants during breastfeeding. Infant. 2013;9(6):201-206.
7. Franklin A, Davies IR. New evidence for infant colour categories. Br J Dev Psychol. 2004;22(3):349-377. http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.456.5409&rep=rep1&type=pdf
8. Hepper PG, Shahidullah BS. The development of fetal hearing. Arch Dis Child. 1994;6(3):F81-87.
9. Lee GY, Kisilevsky BS. Fetuses respond to father's voice but prefer mother's voice after birth. Dev Psychobiol. 2014;56(1):1-11.
10. Partanen E et al. Prenatal music exposure induces long-term neural effects. PLoS One. 2013;8(10):e78946.
11. Kirk E et al. A longitudinal investigation of the relationship between maternal mind‐mindedness and theory of mind. Br J Dev Psychol. 2015;33(4):434-445.
12. de l'Etoile SK. Infant behavioral responses to infant-directed singing and other maternal interactions. Infant Behav Dev. 2006;29(3):456-470.
13. Moore ER et al. Early skin-to-skin contact for mothers and their healthy newborn infants. Cochrane Database Syst Rev. 2012;5(3).
14. Doucet S et al. The secretion of areolar (Montgomery's) glands from lactating women elicits selective, unconditional responses in neonates. PLoS One. 2009;4(10):e7579.
15. Vaglio S. Chemical communication and mother-infant recognition. Commun Integr Biol. 2009;2(3):279-281.
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