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Dificultades en la lactancia

¿Qué es la congestión mamaria?

Hora de lectura: 5 min.

Algunas madres experimentan congestión mamaria cuando se produce la «subida» de la leche unos días después del parto. Suele ser una situación temporal y fácil de tratar; sigue leyendo para saber cómo

Cuando empiezas a dar el pecho a tu bebé, los pechos producen calostro en pequeñas cantidades, que van aumentando gradualmente durante los primeros días. Una vez transcurridos entre dos y cuatro días, empiezan a producir cantidades de leche mucho mayores; es lo que se conoce como la «subida» de la leche.{1}

Uno de los signos que anticipan la subida de la leche es que los pechos están más llenos y firmes. Esta hinchazón no solo está causada por la mayor cantidad de leche, sino también por un mayor flujo sanguíneo y un aumento de los fluidos linfáticos en el tejido mamario.{2}

Para la mayoría de las madres, si sus bebés se alimentan bien y con frecuencia, esta sensación de pesadez se superará sin problemas. No obstante, algunas madres producen más leche de la que sus pechos pueden soportar, lo que hace que se endurezcan en exceso y estén extremadamente llenos; este problema recibe el nombre de congestión. Aunque suele ser una situación temporal, este periodo de entre 24 y 48 horas puede resultar doloroso.

¿Qué pasa cuando se congestionan los pechos?

La congestión se puede dar en uno o en los dos pechos. Puede provocar palpitaciones e hinchazón, extendiéndose en ocasiones hasta la axila, y puede hacer que notes los pechos bastante calientes o grumosos; esto se debe a toda la actividad que se está produciendo en su interior. Puede que notes otros síntomas de congestión mamaria, incluido un aspecto brillante en la piel de los pechos o la sensación de que están estirados. Además, tus pezones se pondrán duros y planos. La congestión puede incluso hacer que tu temperatura corporal aumente hasta un intervalo comprendido entre 37,5 y 38,3 °C (entre 99 y 101 °F).{3}

Además de ser un problema doloroso, la congestión mamaria puede provocar dificultades a la hora de dar el pecho, lo que, a su vez, puede empeorar la situación. Tu bebé puede tener problemas de agarre si tus pezones están más planos y el tejido mamario está más duro, lo que puede provocar pezones doloridos. Además, si el agarre del bebé no es adecuado, es menos probable que pueda vaciar bien el pecho. Esto hace que, si no se trata, la congestión pueda causar conductos obstruidos, mastitis y una reducción de la producción de leche.

¿Qué causa la congestión mamaria?

La congestión se suele producir porque un bebé no se alimenta con la frecuencia suficiente (al menos ocho veces cada 24 horas). Puede sucederle a cualquier madre, pero es más habitual en mujeres que se han sometido a una operación de aumento de pecho o a cualquier otra cirugía mamaria.{2} La presión ejercida por un sujetador mal ajustado o prendas ceñidas puede empeorar la situación, pudiendo causar el bloqueo de los conductos y una posible mastitis.

La congestión mamaria se puede dar tanto en mujeres que no dan o no pueden dar el pecho, como en mujeres que sí dan el pecho. Los cambios hormonales posteriores al parto y la expulsión de la placenta, que provocan un aumento de la producción de leche, se producen tanto si das el pecho como si no. La congestión también se puede producir si interrumpes de forma brusca la lactancia, tal vez porque tu bebé esté enfermo, duerma más tiempo, empiece a ingerir alimentos sólidos o vaya a la guardería.

¿Cómo puedo tratar los pechos congestionados?{2}

¡El tratamiento más eficaz para los pechos congestionados es un bebé hambriento! Debes intentar vaciar los pechos con la mayor frecuencia posible para ayudar a mantener el flujo de leche, así que alimenta a tu bebé a demanda, entre 8 y 12 veces cada 24 horas.

Mantén a tu bebé en contacto piel con piel con tu pecho tanto tiempo como sea posible a lo largo del día, y también cuando te despiertes por la noche. De este modo podrá oler el tentador aroma de tu leche, tener un acceso sencillo a tus pechos y también será más probable que detectes antes las señales de hambre, con lo que podrás darle el pecho con frecuencia. Deja que tome tanta leche como quiera de un pecho antes de ofrecerle el otro.

También vale la pena que un especialista o una consultora de lactancia compruebe el agarre y el posicionamiento del bebé para asegurarse de que se está alimentando de forma correcta y vaciando tus pechos adecuadamente. Los siguientes consejos también pueden ayudarte a aliviar los síntomas.

Consejos para aliviar la congestión{2}

  • Asegúrate de dar el pecho al menos ocho veces cada 24 horas.
  • Comprueba que tu bebe tenga un buen agarre.
  • Intenta dar el pecho en diferentes posiciones.
  • Masajea con cuidado los pechos durante la toma para lograr un vaciado máximo.
  • Extrae un poco de leche, con la mano o con un extractor de leche, antes de la toma para ayudar a ablandar el pezón, de forma que el agarre sea más sencillo.
  • Si tus pechos siguen muy firmes y llenos después de una toma, vuelve a extraer leche hasta que te sientas más cómoda.
  • Si tu bebé no puede alimentarse al pecho, sustituye las tomas por extracciones. Extrae leche de los pechos hasta notarlos mucho más blandos, al menos ocho veces cada 24 horas.
  • Prueba el «ablandamiento mediante presión inversa», una técnica que puede reducir el exceso de fluido del pecho. Un especialista o consultora de lactancia te puede mostrar cómo hacerlo.
  • Si tus pechos pierden leche, date una ducha con agua templada o aplica una toallita húmeda y templada justo antes de la toma o la extracción para ablandarlos y mejorar el flujo de leche. No hagas esto durante más de un par de minutos, ya que un calor excesivo puede empeorar la hinchazón.
  • Si tus pechos no pierden leche, aplica sobre ellos una compresa fría, una almohadilla de gel frío o incluso guisantes congelados envueltos en un paño durante diez minutos después de la toma para reducir la hinchazón y aliviar el dolor. 
  • Coloca hojas de col limpias en el interior del sujetador. ¡Sí, de verdad! Muchas madres han comprobado que esto reduce la hinchazón y las molestias, y existen evidencias científicas que respaldan esta práctica.{4}
  • Toma analgésicos antiinflamatorios. Puedes usar paracetamol e ibuprofeno durante la lactancia, aunque el ibuprofeno tiene contraindicaciones para las madres asmáticas. Consulta siempre a un profesional sanitario y sigue las instrucciones del fabricante y el farmacéutico. Normalmente, es mejor evitar el consumo de aspirinas. Si quieres obtener más información acerca de los medicamentos que puedes tomar durante la lactancia, lee Dar el pecho estando enferma.
  • Utiliza un sujetador de lactancia con un ajuste correcto y evita el uso de aros, o tal vez prefieras no llevar sujetador.
  • No te saltes las tomas ni detengas la lactancia de forma brusca, ya que esto podría empeorar la congestión.

Solicita asistencia médica si te sube la fiebre{5} a 38 °C (101 °F) o más o si tu bebé no puede tomar el pecho debido a la congestión.

Y, por último, intenta ser paciente. Tu cuerpo sigue acostumbrándose a producir leche y alimentar a tu bebé. La congestión debería remitir pronto a medida que ambos os acostumbréis a la lactancia.

Bibliografía

1 Pang WW, Hartmann PE. Initiation of human lactation: secretory differentiation and secretory activation. J Mammary Gland Biol Neoplasia. 2007;12(4):211-221.

2 Berens P, Brodribb W. ABM Clinical Protocol# 20: Engorgement, Revised 2016. Breastfeed Med. 2016;11(4):159-163.

3 Affronti M et al. Low-grade fever: how to distinguish organic from non-organic forms. Int J Clin Pract. 2010;64(3):316-321.

4 Boi B et al. The effectiveness of cabbage leaf application (treatment) on pain and hardness in breast engorgement and its effect on the duration of breastfeeding. JBI Libr Syst Rev. 2012;10(20):1185-1213.

5 NHS Choices. How do I take someone’s temperature? [Internet]. UK: NHS Choices; updated 2016 June 29. Available from: www.nhs.uk/chq/pages/1065.aspx?categoryid=72