Dificultades en la lactancia
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Las formas y tamaños de los pezones pueden variar mucho de una mujer a otra. Lee nuestros consejos prácticos para facilitar la lactancia, independientemente del tipo de pezones que tengas.
Los pezones de la mayoría de las mujeres sobresalen y están más erectos cuando se estimulan mediante el tacto o sensaciones. Otras mujeres, sin embargo, tienen pezones planos o invertidos. Y algunas mujeres tienen piercings en uno o ambos pezones. Muchas madres con pezones invertidos, planos o perforados dan el pecho sin ningún tipo de problema, pero otras necesitan una ayuda extra.
«No tengas miedo si tienes los pezones planos o invertidos. A menudo, es perfectamente posible dar el pecho así», comenta Sioned Hilton, consultora de lactancia, enfermera neonatal y auxiliar sanitaria, que ha trabajado con Medela en el Reino Unido durante más de una década. «Recuerda que tu bebé debe agarrarse a una buena parte del pecho, no solo al pezón, para alimentarse de forma eficaz».
No obstante, los primeros días, cuando la boca del bebé es muy pequeña y su capacidad de succión es menos eficiente, los pezones invertidos o planos dificultan el inicio de la lactancia, especialmente si se trata de un bebé prematuro o enfermo.
«Si tienes un pezón plano o invertido, puede que no llegue al paladar del bebé para estimularlo y provocar el reflejo de succión», explica Sioned. «Esto puede hacer que tenga problemas para agarrarse o que no pueda permanecer agarrado para lograr una transferencia de leche eficaz».
Los pezones planos 1 no sobresalen mucho de la areola (el área más oscura que los rodea), ni siquiera al estimularlos.
Un pezón invertido se hunde en su parte central. Puede tener este aspecto siempre o solo al estimularlo. En ocasiones, los pezones invertidos se retraen hasta quedar al ras de la areola, o incluso pueden hundirse en el tejido mamario.
Pueden verse afectados uno o ambos pezones, y se estima que hasta el 10 % de las madres primerizas tienen al menos un pezón invertido 2. Si no tienes claro si tu pezón está invertido, realiza la «prueba del pellizco»: comprime el pecho con cuidado, colocando el pulgar y el índice a cada lado de la areola. La mayoría de los pezones saldrán hacia fuera, pero si el tuyo se retrae o se mete hacia dentro, creando un hueco en el extremo, entonces se trata de un pezón invertido.
Es posible que notes que, a medida que tus pechos van cambiando durante el embarazo, los pezones empiezan a sobresalir más por sí solos. Si no es así y te preocupa que su forma pueda dificultar la lactancia, puedes utilizar formadores de pezones. Estos discos de silicona, blandos y flexibles, se colocan de forma discreta en el interior del sujetador y aplican una ligera presión sobre los pezones para ayudarles a salir hacia fuera.
«Los formadores de pezones se pueden llevar a partir de la semana 32 de un embarazo normal», aconseja Sioned. «Empieza llevándolos durante una hora y ve aumentando su uso hasta alcanzar unas ocho horas. Si tienes un cuello uterino incompetente (debilitado) o existe cualquier otro riesgo de parto prematuro, habla con un profesional sanitario acerca de cuál es el mejor momento para empezar a utilizar los formadores de pezones, ya que la estimulación de los pezones puede provocar contracciones.
«Puedes seguir utilizando los formadores de pezones después de que nazca tu bebé», añade. «Intenta colocarlos en el interior del sujetador de 30 a 60 minutos antes de dar el pecho».
«Tengo los pezones invertidos y, después de dos o tres semanas intentando que mi bebé se agarrara, estuve a punto de pasarme a la leche de fórmula», recuerda Nina, un hijo, Alemania. «Busqué ayuda a través de La Liga de la Leche y una mujer encantadora me visitó y me animó a seguir intentándolo. Me recomendó el uso de formadores de pezones, que me fueron de gran ayuda. ¡De algún modo, mi pequeño empezó a saber lo que tenía que hacer! A partir de ese momento, la lactancia fue perfectamente y seguimos con ella hasta que cumplió 21 meses».
Si tu bebé es capaz de succionar tu dedo sin problemas pero no muestra el mismo interés por tu pecho, puede que tu pezón no le llegue al paladar cuando se agarra al pecho. Puede que se frustre, se aparte y empiece a llorar, o incluso que se quede dormido en tu pecho. Si sucede esto, solicita a un especialista o consultora de lactancia que compruebe su agarre.
Hay varias técnicas que puedes emplear justo antes de cada toma para dar forma a tus pezones y facilitar el agarre del bebé. Sioned sugiere lo siguiente:
«Tengo un pezón plano, pero no me di cuenta hasta que Austin tuvo dificultades para alimentarse con ese pecho», señala Jennifer, dos hijos, Reino Unido. «No hay ninguna anomalía anatómica, simplemente no sobresale mucho, lo que complica el agarre. Antes de darle ese pecho, siempre lo aprieto y lo retuerzo un poco, y eso facilita que pueda atraparlo con la boca. Al principio fue algo complicado, pero con el paso del tiempo todo fue más sencillo».
Si no ha funcionado nada de lo anterior y tu bebé sigue teniendo problemas para mantener el agarre, puede que tu especialista o consultora de lactancia te aconsejen que uses una pezonera para alimentar a tu bebé. Se trata de una pieza de silicona fina y flexible, con forma de pezón y con orificios en la punta para que pueda pasar la leche.
La pezonera ofrece a tu bebé un «blanco» más grande y firme, y además estimula su paladar para facilitar la succión. En general, las pezoneras deben considerarse una solución a corto plazo. Si surgen problemas o sientes dolor, consulta a tu especialista o consultora de lactancia, que se asegurarán de que tu bebé se coloca y agarra correctamente con la pezonera. También tendrás que controlar el aumento de peso de tu bebé para asegurarte de que tu suministro de leche puede satisfacer sus necesidades 3.
Con el paso del tiempo, a medida que vaya aumentando la capacidad de succión de tu bebé, tus pezones se irán acostumbrando a la lactancia y es posible que puedas dar el pecho sin las pezoneras.
«Mis pezones son bastante planos. Un profesional sanitario me recomendó utilizar pezoneras para mis dos bebés y la verdad es que fueron una gran ayuda», señala Anne-Sophie, dos hijos, Suecia. «Mi secreto para conseguir que se adhieran a la piel es humedecer ligeramente los bordes antes de usarlas».
Muchas mujeres con los pezones perforados no tienen problema alguno para dar el pecho, aunque tendrás que quitarte el piercing antes de las tomas, ya que supone un riesgo de asfixia y puede raspar la lengua, las encías o el paladar de tu bebé.
«Me puse un piercing en un pezón, pero me lo quité un año después cuando me quedé embarazada y mis pechos empezaron a estar más sensibles», nos cuenta Kellie, tres hijos, Reino Unido. «Alimenté a mi hija únicamente con leche materna, y más tarde a sus dos hermanos pequeños, sin que esto supusiera ningún problema. De hecho, ¡el pezón perforado era su favorito!»
Otras madres ven que pierden leche materna a través de los orificios de los piercings, o sospechan que el piercing está reduciendo su suministro de leche 4. No obstante, los estudios sobre este tema son limitados.
«Es imposible saber cómo afectará un piercing a la lactancia hasta el momento de la subida de la leche», señala Sioned. «Si estás preocupada, acude a un especialista o consultora de lactancia. Y recuerda que los bebés pueden obtener toda la nutrición que necesitan de un solo pecho si hay algún problema con el otro».
Aunque lo hayas intentado todo y la lactancia simplemente no funcione, sigues teniendo que alimentar a tu bebé.
«Lo más importante es que tanto la madre como el bebé estén bien», señala Sioned. «Utilizar únicamente la extracción, de forma que tu bebé tome leche extraída en cada toma, puede ser una buena solución para ti. O puedes probar un sistema de alimentación suplementaria, de forma que tu bebé pueda practicar la toma con tu pecho y completar su alimentación a través de un tubo con leche extraída. Esto permitirá que pueda disfrutar de la experiencia de la lactancia y estimulará tu suministro de leche, lo que a su vez te ayudará a extraer más leche».
«Tengo los pezones invertidos. Después de una experiencia de lactancia desastrosa con mi primer hijo, me empeñé en que todo saliese bien con el segundo», nos cuenta Babettli, dos hijos, Italia. «Recibí consejos de expertos y utilicé formadores de pezones y pezoneras, pero no funcionaron. Al final, la mejor opción para nosotros fue la extracción exclusiva de leche con un extractor de leche eléctrico doble Symphony de Medela para uso hospitalario. Extraje la leche para todas las tomas durante cuatro meses».
Puede que tus pezones invertidos o planos requieran algunos cuidados extra cuando tu bebé empiece a succionar con más fuerza, lo que podría causar dolor al principio. Si quieres algunos consejos para evitar los pezones doloridos, lee el apartado sobre cuidados de los pezones para madres lactantes.
Si tus pezones se retraen después de las tomas, cualquier tipo de humedad podría hacer que te duelan y aumentar el riesgo de sufrir infecciones, como la candidiasis. Sécalos dando toquecitos suaves con la mano antes de que se vuelvan a hundir.
Los pezones planos e invertidos pueden ser más difíciles de manejar si tus pechos están congestionados, ya que en ese momento, incluso los pezones que normalmente están erectos pueden aplanarse temporalmente. En nuestro artículo sobre la congestión mamaria encontrarás consejos para esta situación.
La buena noticia es que dar el pecho o extraer leche de forma continua puede alterar la forma de tus pezones y facilitar así la lactancia a medida que va creciendo tu bebé. Y es posible que estos problemas desaparezcan por completo si tienes otro bebé, como le pasó a Leanne, dos hijos, Reino Unido:
«Dar el pecho a mi segundo bebé fue fantástico», señala. «Casi cuatro meses extrayendo leche para mi primer hijo hicieron que mis pezones planos se estirasen, así que mi segundo hijo se agarró rápidamente sin necesidad de utilizar pezoneras. Aún sigue alimentándose al pecho con nueve meses».
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